El trastorno somatomorfo y la intolerancia a la lactosa
En alguna ocasión hemos tenido casos de familiares de los ancianos que viven en nuestra residencia de ancianos Las Palmas que se pregunta si la intolerancia a la lactosa que sufren sus mayores, es el resultado de influencias psicológicas, ya que aparentemente "de un momento a otro", empiezan a aparecer muchos síntomas compatibles con esta patología.
Un nuevo estudio sugiere que algunas de las personas que tienen los mismos síntomas causados por la intolerancia a la lactosa pueden en realidad sufrir de lo que llamamos trastornos somatomorfos.
Por ejemplo: En el caso de la intolerancia a la lactosa, las personas pueden tener sensación de hinchazón, gases, malestar intestinal y náuseas al comer alimentos que contienen lactosa. Una persona con trastorno somatomorfo puede sufrir los mismos síntomas, pero sin deficiencia de lactasa, que se daría cuando el cuerpo no produce la cantidad necesaria de enzima lactasa, que tiene la función de romper las moléculas de lactosa y convertirlas en glucosa y galactosa.
En otras palabras, a pesar de tener los síntomas, no hay alteración en el organismo que justifique y caracterice la intolerancia a la lactosa. Por lo tanto, es posible decir que los síntomas de algunas personas están realmente asociados con factores psicológicos.
Según uno de los médicos que realizó el estudio, los pacientes a los que llamó el "grupo de somatización alterada", mostraron una gran propensión a la ansiedad. Vale la pena recordar que el estrés tiene una fuerte influencia en los problemas digestivos.
Un nuevo estudio sugiere que algunas de las personas que tienen los mismos síntomas causados por la intolerancia a la lactosa pueden en realidad sufrir de lo que llamamos trastornos somatomorfos.
Qué es el trastorno somatomorfo
El trastorno somatomorfo se caracteriza por la presencia de síntomas físicos, sin que exista una condición médica general que pueda ser diagnosticada y explicar estos síntomas.Por ejemplo: En el caso de la intolerancia a la lactosa, las personas pueden tener sensación de hinchazón, gases, malestar intestinal y náuseas al comer alimentos que contienen lactosa. Una persona con trastorno somatomorfo puede sufrir los mismos síntomas, pero sin deficiencia de lactasa, que se daría cuando el cuerpo no produce la cantidad necesaria de enzima lactasa, que tiene la función de romper las moléculas de lactosa y convertirlas en glucosa y galactosa.
En otras palabras, a pesar de tener los síntomas, no hay alteración en el organismo que justifique y caracterice la intolerancia a la lactosa. Por lo tanto, es posible decir que los síntomas de algunas personas están realmente asociados con factores psicológicos.
Según uno de los médicos que realizó el estudio, los pacientes a los que llamó el "grupo de somatización alterada", mostraron una gran propensión a la ansiedad. Vale la pena recordar que el estrés tiene una fuerte influencia en los problemas digestivos.