El riesgo de los tranquilizantes en personas mayores
Al envejecer, las personas se ven sujetas de forma súbita a unos cambios muy bruscos en su vida que pueden dar pie a que aparezca ansiedad y trastornos del sueño, condiciones que comprometen la salud de los ancianos seriamente. Para que su calidad de vida no se vea deteriorada, en ocasiones es necesario recurrir al uso de tranquilizantes, pero lo cierto es que estos medicamentos también conllevan un riesgo para su salud. Desde nuestra residencia para mayores en Las Palmas queremos contarte cuáles son.
Los riesgos del uso de tranquilizantes en ancianos
A pesar de que los tranquilizantes pueden ayudar a reducir considerablemente los episodios de ansiedad, mejorar el sueño y la calidad de vida de quien los toma, su uso puede conllevar una serie de riesgos que es imprescindible conocer. Uno de ellos es que pueden provocar dependencia. Si se dejan de tomar después de haber estado consumiéndolos durante mucho tiempo, puede aparecer el conocido como síndrome de abstinencia. En este caso, el anciano puede manifestar nerviosismo, falta de concentración e irritabilidad.
Así mismo, pueden generar demasiada somnolencia y en los ancianos, una necesidad de dormir excesiva puede llegar a producir caídas con consecuencias muy graves. Por otro lado, las personas mayores pueden volverse tolerantes a la ingesta de estos medicamentos, es decir, que el organismo se acostumbra a ellos y sus efectos se ven disminuidos. Esto crea una necesidad de aumentar la dosis, lo que conlleva a probables complicaciones.